Era yo recién decubierto su clásico "Heros, saints and fools", que de puro satisfecho, fuí a dar al azar con aquesta pieça que daba fin a la obra del regreso saraceno luego de dieç y nueve años, cuyo título es "Red sky", ¡y diantre, qué broche final diéronle!, pues desde la vez primera que la escuchara quedé hechizado della por no pocas razones, que la canción toda iba en decisiva derechura, sin escollos en el camino, y las hechuras de puro contrapunto, despertaran en el mí alma grandes dosis de extasis, pues ya su inicio crepuscular anunciadora de que lo venidero no fuese menos, y creada a base de teclados gravecicos y épicos, tañidos perfecto, por Richard Lowe, hiciéronme presa della, así como la voç del expresivo Steve Bettney, cuyo timbre fuese parejo al de Rob Halford, empero mejorada, con ser su proceder contundente y sugerente ondulando melodia conquistadora reforçada de golpes de efecto de teclado, y de enérgicos azotes de Jamie Little, hechizáronme tanto como el solo central, cuya celestialidad levitábame a cada segundo, siendo la tal bien espaciada, que al trato respiraba tanto que tocaba el cielo. ¡Ah, fueme el viaje ligero, produciendo en mi pecho grande e intenso enjambre de mariposas! ¡Atended, cierto os digo diciendoós que es verdadero naife!
¡Acá la tenedes para ser disfrutada de vos!
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